Me presento. Soy Christopher Michael y soy un yankee que viene del sur de California. No soy el típico beach boy rubio con ojos claros, como puedes ver, pero sí me encanta la playa y disfrutar de la vida. Me han llamado vividor, disfrutón, bon vivant y un gran amigo mío, me llama Hemingway. Estoy instalado en Madrid desde más de una década porque me parece un buen sitio para gozar de las cosas simples de esta vida.
Nací en California y crecí en una ciudad de 60 mil personas. Una ciudad muy tranquila, con un nivel muy alto pero muy aburrida. Fue un sitio fantástico para crecer. No podía pedir más de mi niñez. Vivía en un barrio que se llama The Estates. Todos teníamos caballos, perros, gatos, piscinas y mucha libertad. Los veranos eran íncreibles. Todos los jóvenes en el barrio vivíamos estupendamente. Un día típico consistía en levantarse, ir a la piscina, ver la película Grease, paseo a caballo en las plantaciones de aguacates y limones, piscina otra vez y terminar todos durmiendo en sacos de dormir en el cesped de una de nuestras casas. Los padres trabajaban así que la calle era nuestra. Los perros nos acompañaban cuando vendíamos limonada en la esquina ya que no tenían fronteras. No existían vallas ni muros. ¡Una niñez excelente!
Tampoco puedo quejarme de mi adolescencia. Asistí a un high school con gente de muchas pelas. Cada fin de semana hacíamos fiestas en las casas donde los padres se habían ido. Como en las películas. Piscinas con cascadas, jacuzzis de capacidad para 20 personas, mesas de billar, mesas de ping pong, pistas de baile, pistas de tenis y lamentablemente Karaoke. Si los padres estaban, hacíamos las fiestas en plantaciones de limones o en la playa. También hubo muchos viajes de esquí aquático, jet skis y camping. Una adolescencia inolvidable. De hecho, no quería ir a la Universidad porque estaba muy a gusto.
Fuí a la Chico State University situada en el interior del Norte de California. A unas 8 horas en coche de mi ciudad del sur. Chico es una cuidad de estudiantes, donde todo el mundo es libre con 18 años porque se han ido de casa y viven entre miles de estudiantes. Ya puedes imaginar como era aquello. No me apunté a ninguna fraternidad porque me parece una tontería pagar por amistades pero como un gran amigo mío era el cantante del grupo de música más famoso de la ciudad, podía asistir a las fiestas privadas que me daba la gana.
Estudiaba 2 carreras: Relaciones Internacionales (Ciencias Políticas) y Filología Española. Elegí español porque mi madre nació en El Salvador y se mudó a Los Ángeles con 13 años. Aunque ella y mi abuela llevaban muchos años en EEUU, mi abuela nunca aprendió inglés así que las conversaciones con mi abuela consistían en hola y nada más. Aunque había mucho cariño y amor. Decidí estudiar español porque quería llegar a poder hablar y charlar con mi abuela antes de que fuera demasiado tarde. ¡A final, lo conseguí!
Cuando tu carrera es Relaciones Internacionales, hacen mucho hincapié que vayas al extranjero así que decidí irme a España. Estaba muy a gusto en la Universidad y solamente quería irme un semestre y no un año. Quería ir a Madrid pero tenía que ser un año así que tuve que elegir entre Bilbao (Getxo) y San Sebastian. Opté por San Sebastian. Estamos hablando del ano 1996, el año que cambió mi vida.
Llegué a San Sebastian (Donosti) y me enamoré de la ciudad inmediatamente. Las sidrerías en las montañas, los pintxos del casco antiguo, las patatas bravas del Bar Narika, las tamborradas y el enclave especial que tiene la ciudad. Pasaron los 5 meses volando y no me quería ir. Ésto si era vida..., pensaba. La vida tenía que ser así. Encontré una sociedad que me encantaba. Dos amigas y yo decidimos quedarnos todo el año. Mi padre me dijo que solamente me podía quedar si encontraba trabajo así que terminé lavando platos en una pizzería en el pueblo costero de Fuenterrabía (Hondarribia). Desde entonces no me he separado de España. Estuve 2 años más en Estados Unidos terminando las carreras pero siempre con la idea de volver. A pesar de la buena vida que me daba California, España me robó el corazón. He vivido en San Sebastian, Fuenterrabía, Pamplona, Madrid, Marbella (haciendo un postgraduado en dirección de hotel) y ahora en Madrid. Cuando la gente me pregunta de donde soy, siempre es lo mismo: ¿Que hace aquí? ¡Vuelve a California! Mi respuesta es: California es mía y la tengo y la tendré para siempre cuando quiera pero de momento estoy muy bien disfrutando una vida europea.
Ésto lo digo mientras escucho a un tipo tocando la guitarra en la plaza de abajo. No hace falta decir más.
Hoy en día, vivo y trabajo en Madrid. Soy un tío muy normal. Me gusta correr (desde siempre, no desde ahora), jugar al tenis, jugar al voley playa (cuando es posible) y disfrutar de la vida con mis amigos. Me encanta viajar, me gusta mucho el mundo de los hoteles, me chifla el agua transparente del mar, la playa y lo mejor del mundo para mí, es comer o cenar con un buen vino, unas vistas maravillosas y en buena compañía. Por eso estoy aquí escribiendo. Espero que esta sección llegue a ser una guía para conocer bares, restaurantes y hoteles inolvidables. Serán de todo tipo, desde antros con solera hasta los mas high end. Creo que es necesario ser flexible en esta vida. Yo he dormido en el suelo con cucarachas y he dormido en palacios. Lógicamente un palacio es mejor pero hay que vivir de todo, vivir la aventura. Me encanta deambular por la ciudad. Es la mejor forma de descubrir nuevos sitios. Descubrir pequeños tesoros que no te imaginabas que estaban allí. Os invito a que compartais esta nueva aventura que no tendrá límites. Empezamos en este gran país pero iremos más allá.
Christopher Michael
P. D. A veces me pregunto, ¿que hubiese sido de mi vida si no hubiera venido a España a estudiar? Luego me respondo... mi vida no sería ni mejor ni peor, ¡¡¡¡¡¡¡¡¡NO SERÍA MI VIDA!!!!!!!!!!