Aquí estamos con nuestro tercer post. Y qué mejor manera, que hablando de uno de mis deportes preferidos y el cual practico desde que tengo uso de razón, el FÚTBOL.
Para mí, este deporte transmite muchísimos de los valores que ponemos en práctica en nuestra vida diaria. Prácticamente eso es lo que tenemos que sacar de valor a cualquier tipo de ejercicio que practiquemos aparte del acondicionamiento físico.
Cuánta pasión, alegría, tristeza, amistad, rivalidad, fracaso, éxito, respeto y otros sentimientos y aprendizajes abarcan este deporte…
En una vida llena de tiempos ajustados, estudios, trabajo, familia y demás, ese simple rato de desconexión que te proporciona es indispensable para mí. No es un simple balón el que rueda, es tu sonrisa al hablar con un compañero, al cambiar esa dinámica de monotonía que te puede parecer tu día a día, ese esfuerzo por mejorar, por ayudar al que tienes al lado, por superarte a ti mismo con cosas nuevas, por crear una piña; porque en esta vida, personalmente hay pocas cosas más bonitas que ver a un grupo de gente, que, cada uno con su vida y sus problemas, van a por todas y reman en un mismo sentido colaborando y ayudándose entre sí.
Entiendo que no todas las experiencias en este campo habrán sido iguales, pero en general, un equipo te asegura amistades para toda la vida, te asegura recuerdos imborrables, buenos y malos, superarte en la derrota y dar el máximo de ti.
Los que hemos tenido la suerte de comenzar desde pequeños y empezar a alimentar la ilusión de formar parte algún día de un equipo importante, sabemos de lo que hablamos, es algo difícil de entender desde fuera, el fútbol se convierte en tu escape, tu filosofía, tu vida.
Y como no todo iba a ser bueno, también tengo mi parte de “odio”, por así llamarlo, hacia muchas cosas relacionadas con este bonito deporte. No puedo entender una pelea de padres en un campo cuando a tus hijos se les está intentando educar en valores mediante el juego del que hablamos. No puedo entender que se ignore tanto o se intente tapar con fútbol muchos de los problemas de la sociedad. No entiendo cómo, hablando de primer nivel, se puede llegar a cobrar tanto dinero por hacer algo así, por mucho dinero que se genere, habiendo tantas diferencias económicas en este mundo que nos rodea (una persona que salva vidas o aporta avances medicinales, culturales o tecnológicas para la ayuda del ser humano no puede cobrar menos que alguien que se dedique a practicar ningún deporte). No entiendo que alguien lo utilice como catapulta para sus delitos fiscales o engañar en un partido amañado a tanta gente con tantas ilusiones y dinero gastado en su equipo.
No puedo entender que grupos de personas se peleen solo por apoyar a otro equipo diferente al tuyo e incluso llegar a quitar la vida. ¿Estamos locos? El fútbol es una fiesta y un rato para disfrutar, aunque tu equipo no gane, y todos los que lo entiendan de otra manera, no exprimen todo lo que te puede aportar algo tan grande.
Quiero compartir algunas fotos rápidas de los entrenamientos y partidos que vivo. Desde que llegué a Madrid me dispuse a buscar un equipillo donde jugar y es una de las mejores cosas que he hecho, a parte de conocer a gente muy grande, ese rato que busco a pesar del poco tiempo que tengo, me libera de preocupaciones, me saca de todo y me llena de bonita energía.
Si importante es tener actitud, más lo es que la tenga el que está cerca de ti para que no caigas, para que te aporte ese plus o que te lo transmita.
Os hablo desde mi experiencia dentro de un campo de fútbol. Si son 90 minutos lo que dura un partido, son 1000 sensaciones y pensamientos los que te pueden suceder durante él.
Todo empieza antes del partido, en esa reunión y entrada al vestuario. Caras de alegría, risas y el “qué has hecho estos días tío”. Todo cambia, el ambiente se convierte en concentración, todo bien acompañado de música para quien lo prefiera. Abres tu macuto, sacas tus herramientas de trabajo y ya se va oyendo un comentario de motivación por el fondo. Pasan los minutos y va aumentando tus ganas de pisar el césped, de tocar el balón y de estirar las piernas. Con todo ya preparado, últimas instrucciones del entrenador para que salga todo lo mejor posible. Y al campo, nos vamos con gritos de ánimo entre nosotros.
Una vez que estás a punto de saltar al campo, nervios y ganas te invaden. Botas sobre ti mismo, abrazas a tus compañeros, tu familia dentro del terreno de juego (PARA LO BUENO Y PARA LO MALO), por no decir que algo parecido a ella fuera de él también. Con el balón rodando, sabes que dependes de los demás, que no te esfuerzas para ti, te esfuerzas por un bien común, por todos ellos y todo el tiempo que empleas. El éxito depende de la unión que formes. No confundamos con la victoria. La unión, personalmente y en los ámbitos en los que nos movemos, es muchísimo más importante que cualquier victoria o derrota. Es lo que se transmite sobre el campo, el cansancio de un compañero y el estar ahí cuando más lo necesite, porque él estará cuando tú no puedas, un grito de ánimo en tu fallo, el ver que aun con dificultades da el 110 %. Eso es lo que, en esta vida, quiero a mi alrededor. Y gracias al fútbol, he conseguido vivirlo en primera persona.
También recalcar la figura del líder o líderes. Algunos que quieren y no pueden, y otros que sin quererlo son ejemplo. Es algo que se puede entrenar, sí, pero en la mayoría de los casos viene desde la cuna. En mi forma de pensar son indispensables en todo conjunto de gente, y sin quererlo siempre se crea uno como mínimo. Escucha, se acerca y habla con los integrantes del equipo, ayuda en las necesidades y acepta su rol dentro de la organización.
Y arrancamos temporada primavera verano timeleros!
Y ya sabéis, tirarse a la calle, sacad el tiempo de donde sea, pero no perdáis vuestro día a día. QUE LA VIDA SON DOS DÍAS!
Qué bueno ese anochecer tarde, ese rayo de sol que nos cala en la piel y en el carácter, qué buenos esos ratos compartidos y alargados sin mirar la hora, solo la claridad del día. Y qué importancia tener al lado a quién necesitamos en nuestra vida, aquellas que elegimos por diferentes motivos y que nos aportan cosas diferentes y que, sin duda alguna, no seríamos los mismos sin ellas.
“Ningún jugador es tan bueno como todos juntos” Alfredo Di Stefano.
AGRADECIMIENTOS.
ESCUELA DEPORTIVA ALMUDENA.
BOCA JUNIORS.
ESTADIO VICÁLVARO.
EQUIPAMIENTO. ADIDAS.
CRÉDITOS. TIMELESS.