Mi primera vez en Málaga fue en 1996, si soy sincero me pareció una típica ciudad de costa, no llamó mi atención pero hoy diría que es una de las ciudades que mejor ha sabido evolucionar y mejorarse. Desde el puerto con su paseo marítimo de La Farola, pasando por sus museos (Picasso, Pompidou, Carmen Thyssen, Museo Ruso, CAC...), se nota que ha habido una clara inversión en la mejora y rehabilitación de muchos de sus edificios.
Cruceros que entran y salen de la ciudad cada día, y parece que de momento sólo está ayudando a la ciudad y no dañándola como ocurre en otros sitios invadidos por el sector turístico.
La ciudad tiene un ambiente increíble y alegre. Está plagada de restaurantes, bares y terrazas por todas partes. No solamente las calles principales, sino que cada recobeco guarda un pequeño tesoro.
Málaga posee bulevares y jardines preciosos con aires tropicales como su Paseo de la Alameda repleto de ficus y palmeras.
En el centro histórico, hay que ver su catedral renacentista, 'La Manquita', la fachada del Ayuntamiento, la plaza de la Merced donde se encuentra la casa natal de Pablo Picasso, el pasaje de Chinitas, o la famosa calle Larios, arteria principal.
Pero si algo nos levanta la vista son las murallas de la Alcazaba, una de las mayores fortalezas árabes de Andalucía y que me recuerdan siempre a la majestuosa Alhambra. Su Teatro Romano, en pleno centro, no deja indiferente.
Por no hablar de sus playas, reina capital de la Costa del Sol, y su famosa Malagueta, con chiringuitos donde puedes degustar sus espetos, puro sabor mediterráneo.
Esta última vez tuve la suerte de quedarme en una casa preciosa de una gran amiga y muy bien situada además, casi en la Malagueta a lado de la plaza de toros. Cada mañana desayunamos en la emblemática cafetería Flor donde autores y poetas escribían sus obras antiguamente y sucedían tertulias literarias.
Este año se ha celebrado la gran apertura del Gran Hotel Miramar (La 'Maria Cristina' de Málaga) frente al mar mediterráneo de estilo modernista con una bella y elegante terraza en la azotea de bellísimas vistas. Como ya dicen: ' El lujo vuelve a Málaga'.
Otro que no conocía y me encantó fue el Hotel AC Palacio, ideal tomar una copa amenizada con música dj, en su azotea con unas impresionantes vistas, casi 360º, de la ciudad.
El Hostal Chinitas, otra terraza con rollazo para apuntar, sus vistas de la catedral son inmejorables.
Nada mejor que un paseo agradable por la costa hacia Málaga Este.
El Balneario ( baños de Carmen ), un pequeño oasis verde y frondoso. Decadente pero bonito. Restaurante, bar y cala, todo a la vez.
Y hablando de calas, no puedo dejar de mencionar 'Las calas de Pedregalejo', zona animada llena de bares, restaurantes y buen rollo. Un sitio genial para desayunar rico es Galerna con buenos zumos y tostadas.
Y si tomamos Malaga dirección Oeste uno puede visitar Torremolinos ( which is making a comeback ) que se que va a estar de moda nuevamente con sus chinguitos y sus buenos precios como el Chiringuito La Moraga. Aquí me tomé una noche de descanso y me alojé en Melia Costa del Sol, buenos precios y comodidad.
No puedo terminar sin hablaros de uno de esos lugares secretos, disculparme que no pueda dar el nombre o ubicación, no quieren promoción. Ojalá existieran mas sitios así hoy en día. Un lugar mágico, una casa, un servicio personalizado y un viaje en el tiempo. Una experiencia inolvidable. Tendrás que ir a Málaga, verlo, sentirlo, a ver si tienes suerte de encontrarlo.
Y aquí te dejo Málaga querida, pero volveré, no dejes de conquistarme!
AGRADECIMIENTOS.
GRAN HOTEL MIRAMAR.
HOTEL AC PALACIO.
HOSTAL CHINITAS.
EL BALNEARIO.
GALERNA.
LA MORAGA.
MELIA COSTA DEL SOL.
Agradecimientos a Conchi ( Mi Amber Valetta española) Miguel, Jose, Lizzy y Charles.
CRÉDITOS. TIMELESS.