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Foto del escritorTIMELESS.

SINE QUA NON | JACK VETTRIANO. BAILE DE LUZ Y COLOR.

Actualizado: 6 oct






Jack Vettriano. Fife, Escocia, 1951.


Jack Hoggan, artista escocés, uno de los pintores más reconocidos y copiados de nuestro tiempo, que cuenta con una extensa obra reproducida en carteles y postales.


Abandonó pronto la escuela y trabajó como ingeniero de minas hasta que la pintura se cruzó en su camino al cumplir los 20 años gracias al regalo de unas acuarelas por una amiga.

A veces el destino te pone delante tu talento y eso es lo que debió ocurrirle a Jack, ese fue su comienzo autodidacta en la pintura.


Hasta la edad de 39 años se dedicará a copiar obras de El Greco, Dalí o piezas del impresionismo, labor que le que le llevará a ahondar en las posibilidades de la pintura, dominarla y definir su estilo.


En 1989 presentó dos cuadros a la Royal Scottish Academy que fueron vendidos el mismo día, al año siguiente entró en la academia y se inició como artista.


A pesar del rechazo de la crítica, su obra ha tenido una trayectoria y crecimiento imparable, numerosas exposiciones en Edimburgo, Hong Kong, Londres y New York le avalan.

La reina Isabel II le concedió en 2003 el título de OBE por su servicio a las artes.


En 2004 su pintura más conocida y reproducida ‘The singing butler’ fue vendida en Sotheby’s por £750.000.


Retrospectiva en 2013 en conmemoración a los 20 años de carrera en Kelvingrove Art Gallery & Museum.

En 2015 funda su propia compañía editorial Jack Vettriano Publishing Limited.


Su pintura, arte figurativo próximo a realismo contemporáneo, bebe de la literatura y el cine negro, del Hollywood clásico y su época dorada.

Dandis y damas, de esmoquin y gabardina, con sombreros y gafas oscuras, vestidos de gala y guantes largos, ropa de baño, lencería y salones de aguja.


La luz es esencial, atmósferas sofisticadas de sombras reflejadas y contrastes lumínicos y el color, clave en la fuerza expresiva de su obra.


Pero ante todo Vettriano es un pintor de pequeñas grandes historias, de realidades cotidianas, de vida y emoción.

Intriga y suspense, elegancia y refinamiento, sensualidad y seducción, deseo y pasión, erótica y poder, sexo y lujuria, silencio y soledad.


Llegar a captar el momento anterior a la acción, al encuentro, a la unión, al rechazo, a la despedida.

‘En mis pinturas quiero mostrar el momento en que todo queda por suceder’.

Finalmente el espectador es el que hilará la historia y la completará a su modo.


Debido a la extensa producción, ha sido difícil agrupar y sintetizar su obra pero igualmente fascinante.


Sus mujeres solitarias, que descansan sentadas, recostadas, apoyadas, a la luz de la ventana, en calma aparente, en reflexión y escucha interior, en hastío o pereza, cansancio o tristeza, esperanza e ilusión, nostalgia y espera.


Retratos en interiores, en exteriores, de frente, perfiles en primer plano, sentados sobre butaca cubierta con amplias sábanas.

Ventanas, esos escaparates a la vida exterior.

Y balcones, esos apartamentos con alas.














Porque la vida es baile. Bailar en la pista, en la verbena, en la playa, pero bailar.






Escenas de arena y mar, sombrillas, hamacas y aperitivos.

Mujeres tomando el sol. Paseos marítimos, caminatas por la orilla y saludos entre conocidos en el puerto.












En transporte público, sujetos solitarios o acompañados, personajes que cruzan sus destinos.

Automóviles. Mujeres al volante, la independencia de conducir, la libertad de poder ir donde quieras, cuando quieras.

Las carreras, la velocidad, poder volar en tierra.





Y llegó el romance. El misterio del amor.

Escenas de interior. Estancias cálidas decoradas con gusto.

Obras de arte y lámparas, espejos y ventanas, camas, butacas y sofás. Copas y cigarrillos.

Susurros, peticiones, conversaciones, insinuaciones, caricias y primeros besos. Juego de seducción.










Sugerentes cuerpos desnudos, semidesnudos. Vistiéndose, desvistiéndose.

Arreglándose frente al espejo y tocador.

Pintándose los labios, bañándose, haciéndose la manicura.








El antes y el después.






Miradas que lo dicen todo. Resistiendo la tentación, negando el deseo.






Besos de cariño, tímidos y apasionados. Abrazos interminables.






Hombres que dominan, mujeres que dominan, intercambio de poder.

Y desenfreno, donde tres son ya multitud.









Sastres que toman medidas, mujeres que dudan que vestir.





Cafés, restaurantes, terrazas.

Entrada y salida, dejarse ver y ser visto, tomar una copa y observar el mundo.


Mujeres solas, fumando y tomando un café o un vino.

Disfrutando de su soledad, esperando quizás a alguien.

Mujeres acompañadas de hombres, de otras mujeres. Observadas de lejos por su elegante seguridad.











Jack Vettriano, pincel cargado de sentimiento.









CREDITS. JACK VETTRIANO.



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